Después de casi dos años de terminar la intervención en el Turó de Can Bech, una pequeña cima situada entre el Turó de la Rovira y el del Carmel (Barcelona), SCOB arquitectura y paisaje ha encargado un seguimiento para ver la evolución de la biodiversidad del sitio y cómo el espacio se va configurando.

El objetivo del proyecto era el de promover la mejora del espacio con la mínima intervención posible, y se basaba en la premisa básica de diseñar un hábitat natural que se autoconstituyera en el tiempo y, por tanto, que estuviera mejor configurado y fuera más vigoroso.

Para ello, la intervención se fundamentó en los siguientes aspectos principales:

  • El control de la perturbación causada por el pisoteo de los usuarios
  • La retención de agua para favorecer la infiltración y evitar la erosión por escorrentía
  • La mínima intervención en la vegetación a base de una hidrosiembra y plantación de algunos arbustos de especies afines

Así, la complejidad ecológica se adquiriría con el tiempo, considerando la maduración progresiva a partir de las interacciones ecológicas que se vayan estableciendo, propias del funcionamiento de los ecosistemas, como la competencia por el espacio y por los nutrientes, las dinámicas poblacionales de las especies implicadas, colonizaciones y pérdidas, etc. El seguimiento realizado a lo largo de las diferentes estaciones durante un año ha permitido ver estas dinámicas propias del ecosistema, puestas de manifiesto a partir de los cambios en la presencia de vegetación y fauna del espacio.

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